Cuéntame ¿cómo pasó?

Imágenes: Toya Pérez

No es que siendo como somos no pidamos; más bien el no pedir nos hace ser como somos. Rafael Echeverría

Marzo, otro mes más que hemos dejado atrás, y en el que nos hemos centrado en la parte más social de la búsqueda del bienestar.  Somos seres sociales y en nuestras interacciones diarias con otras personas, bien en casa, en el trabajo o en nuestro ocio, surgen muchas veces roces o malentendidos que nos provocan malestar, sufrimiento y pueden ser obstáculos en nuestro aprendizaje y evolución.

Como nos dice Rafael Echeverría en su Ontología del Lenguaje:

  • Los seres humanos somos seres lingüísticos
  • El lenguaje no es solo descripción, también es acción
  • Nos creamos en el lenguaje y a través de él, por lo que tenemos la posibilidad de diseñar nuestra forma de ser.

Aquello que decimos, o dejamos de decir, así como la manera en la que lo decimos, pueden generar nuevas relaciones, compromisos, posibilidades, futuros, realidades… nos transforma, constituyendo además nuestra forma de ser, que no es fija o inmutable, sino cambiante según nuestras acciones.

La escucha es parte importante de este proceso comunicativo.  No estamos acostumbrados a escuchar: muchas veces interrumpimos construyendo las frases del otro, dando por hecho que sabemos lo que va a decir o para contar lo nuestro, reaccionamos con impulsividad, enjuiciamos el habla del otro o nos desconectamos y divagamos en nuestros temas pendientes.

Escuchar es regalar al otro nuestra presencia, es poner los cinco sentidos a lo que nos dicen y ser conscientes de la forma de ser especial de cada uno, abrirnos a la diferencia, a la comprensión.  De nuevo la atención plena nos ayuda a esta escucha mindfulness, consciente, no solo a lo que nos dicen, también a las emociones del otro, a nuestros juicios, a nuestra forma de interpretar el mensaje…

Nuestras conversaciones nos abrirán o cerrarán posibilidades, transformarán nuestra forma de ser, mostrarán qué tipo de observadores somos, qué juicios se esconden detrás de lo que decimos.  Quizás no seamos del todo conscientes, pero la forma en que nos comunicamos, nuestros problemas o miedos a la hora de pedir, o de decir que no, perdona,  te quiero, gracias, no lo sé… nos definen y diseñan nuestros futuros, mostrando además la salud de nuestras relaciones interpersonales.

¿Cómo evalúas tu capacidad de escucha?  ¿Los demás te escuchan a ti? ¿Sabes pedir aquello que necesitas?  ¿Sabes decir que no a aquello que no quieres hacer?  ¿Eres consciente del poder transformador del lenguaje? Pon atención y observa…

Echeverría, R. (2005) La ontología del lenguaje. Chile: J.C. Sáez

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